La evolución de la naturaleza suele ser extraordinariamente sorprendente. Por un lado, es capaz de generar millones de insectos diferentes. Y, al mismo tiempo, da vida a una flor que contiene un principio activo natural, capaz de eliminarlos.

La historia de dicho principio activo, tan valioso para el bienestar del ser humano, ha llegado hasta nosotros sin perder un ápice de su fuerza.

Las flores de esta planta contienen piretrinas, los principios activos cuya acción insecticida y repelente despliegan el efecto de eliminar todos los insectos rápidamente. El Piretro no deja residuos tóxicos para los seres humanos. No es perjudicial para los cultivos. Tal es así que, ya al día siguiente, en los espacios donde se utilizara prácticamente no quedan rastros.

Gracias a su origen vegetal y natural, el Piretro es uno de los pocos insecticidas que se pueden emplear en agricultura orgánica o, mejor dicho, cuyo uso está aconsejado en la misma.

Una de las características más apreciadas del Piretro estriba en que, al ser una sustancia natural, posee una molécula de complejidad elevada. Por tanto, esta peculiaridad exclusiva del Piretro impide que los insectos creen fácilmente cepas/poblaciones resistentes, garantizando siempre unos resultados cuya fiabilidad es extremadamente elevada.